martes, 10 de abril de 2012

Sobre la delgadez

Man Ray, Violon d'Ingres

-¡Te veo muy delgada!

Ya sabes que no estás muy lozana, que has perdido cinco o seis quilos en un año, que no comes tanto, que estás angustiada por esto y por aquello, y que a tus conocidos les resulta fácil decirte que te ven más delgada pero no se atreverían a decirte que has engordado, porque si te dicen que has ganado peso podrías sentirte ofendida, en cambio si hacen alusión a tu pérdida de grasa se complacen en anunciarlo como si de un halago se tratara.
A posteriori generas preguntas interiores: ¿Antes estaba gorda? ¿Estoy más guapa? ¿Parezco enferma? ¿Estoy más fea? ¿Debería comer más? ¿Sigo con mis hábitos alimentarios?...Y te cuesta conciliar el sueño y te miras al espejo y descubres nuevos surcos en la piel y te das cuenta que tu talla es la treinta y ocho cuando a tu edad deberías usar la cuarenta y dos. O la cuarenta y cuatro (¡horror!). Y te fijas en las damas que se cruzan contigo en el teatro de las calles y te ves bien, porque las mujeres nos gustamos delgadas. Cabría preguntarse si complace de igual modo a los hombres, esos seres que nos aman tal como somos...si es que nos aman.