viernes, 15 de mayo de 2015

Sobre lo sublime

Pouvons-nous étouffer l'implacable Remords?
(Charles Baudelaire)

Toda la vida evitando el infierno. Huyendo de ti, de tu existencia. Creía en los ángeles, en la vigilia del aliento moribundo de lo mundano. En el deseo cotidiano, nocturno y veraz de lo imposible.
Sabía todo lo que mi mundo albergaba: la soledad del grito. Esa espléndida acritud del lobo suplicando lunas con aullidos (des) esperados hacia la nada.
Estabas en una isla. 
¿Por qué te pedí que me salvaras si conocía tu desamparo?
¿Por qué la crueldad de mis remordimientos mientras ofrecía mi cuerpo a la oscuridad nauseabunda de su aliento?
Toda mi vida soñando en el cálido despertar de la muerte, golpeándome la cabeza contra los techos podridos del futuro y apareces tu, pureza, sangrando amor y púrpuras brillantes, en lo alto de los sueños que perdí sin haberlos encontrado.
Toda una vida imaginándote en la imposibilidad, y de repente una respuesta.

Puedo morir sin tus besos, por fin, porque me has dado ya, con tus palabras, belleza suficiente para avivar eternamente el fuego que nutre mis heridas con el resplandor de lo sublime.

B.B.